El futuro del sector inmobiliario

Los investigadores de JLL han estudiado más de 80 escenarios que podrían afectar a nuestras sociedades y economías de múltiples maneras. Y ha quedado claro que hay cuatro prioridades urgentes para el sector inmobiliario comercial: el clima, las personas, la tecnología y la resiliencia.

Las ideas del programa pretenden ayudar a las empresas a aceptar lo desconocido y proporcionar una hoja de ruta para navegar por el cambio y la interrupción en curso. Estas medidas pueden y deben adoptarse hoy mismo, desde cómo diseñamos, construimos y gestionamos los inmuebles hasta cómo las personas y las empresas interactúan con el entorno construido.

Este artículo ofrece una instantánea de lo que la Visión de Futuro de JLL ha descubierto hasta ahora. Compartiremos información más detallada en una serie de artículos, empezando por El punto de inflexión climático y Preparémonos para la quinta revolución industrial.

En lugar de intentar predecir el futuro, la Visión de Futuro de JLL se centra en un enfoque basado en escenarios que permite planificar múltiples futuros.

Tecnología, cambio climático, cambios demográficos y sociales: en pocos momentos de la historia de la humanidad se están produciendo tantos cambios importantes.

El entorno construido suele estar en el centro de todo ello. El diseño de los edificios y su ubicación deben tener en cuenta el cambio climático. La forma de trabajar de las personas, especialmente en la era de la inteligencia artificial, está modificando el uso de los edificios. Las nuevas tecnologías, desde la robótica a la impresión 3D, están a punto de cambiar la forma en que se construyen y mantienen los espacios.

Usuarios e inversores se preparan para lo que pueda venir. Pero, ¿cuáles son exactamente esas posibles eventualidades?

Sigue leyendo para ver una muestra de lo que descubrimos en relación con los cuatro imperativos, y las preguntas que los líderes empresariales deben plantearse.

La forma en que las personas viven y trabajan ha experimentado una agitación dramática en los últimos años. No ha terminado y continuará influyendo en la industria de bienes raíces.

Imaginemos un mundo en el que se acelera la implantación de la inteligencia artificial, la computación cuántica y la robótica, mejorando la eficiencia y capacitando a las personas para afrontar retos sociales y científicos antes insuperables. El sector inmobiliario puede esperar experimentar los impactos como proveedor de espacio y usuario de tecnología.

En este mundo, el entorno construido se convertirá en parte de un ecosistema interconectado. Pero no todo será necesariamente digital. Por el contrario, las experiencias de la vida real cobrarán más importancia para las personas, y los espacios físicos adquirirán un nuevo significado a medida que se mezclen con la tecnología, desde sutiles cambios de paso hasta realidades totalmente inmersivas.

También cambiará el funcionamiento del sector inmobiliario. Los edificios y espacios se construirán mediante automatización avanzada, con robótica y materiales inteligentes combinados con nuevas capacidades avanzadas de impresión 3D y construcción modular. Los gemelos digitales se integrarán de forma natural en los procesos de construcción, supervisando todos los aspectos del ciclo de vida de un edificio, desde el diseño hasta la demolición. Los espacios flexibles podrán responder dinámicamente a cualquier necesidad actual.

Preguntas clave para inversores/usuarios
 

• ¿Cómo afectarán los avances tecnológicos a los mercados en los que operan las empresas en este nuevo panorama?
• ¿Cómo serán los nuevos modelos empresariales de desarrollo, diseño, explotación, gestión, arrendamiento e inversión inmobiliaria?
• ¿Cómo deberá cambiar el espacio físico para aprovechar al máximo la nueva tecnología inmobiliaria y satisfacer las necesidades de las personas?
• ¿Cómo nos adaptaremos a los requisitos de infraestructura de alta capacidad del sector de la IA? ¿Cuál podría ser el impacto en el espacio físico, el diseño, las estrategias de ubicación y los valores inmobiliarios?

Imaginemos un mundo en el que los empleados de la mayoría de los sectores tengan más poder de decisión sobre cuándo y dónde trabajan. La inteligencia artificial y los avances en robótica influyen en el tipo y la cantidad de trabajo que realizan las personas. Las nuevas tecnologías permiten aumentar el tiempo de ocio, lo que cambia las reglas del juego en las ciudades, especialmente a medida que aumenta la esperanza de vida.

Las empresas y los gobiernos tendrán que hacer cada vez más hincapié en el impacto social, que desempeñará un papel mucho más importante en las estrategias inmobiliarias. Veremos cómo esto se materializa en nuevos espacios de trabajo híbridos que actúan como entornos multifuncionales de uso mixto que incorporan bienestar, hospitalidad y entretenimiento. Las asociaciones entre los gobiernos y el sector privado fomentarán más servicios y espacios que promuevan la participación de la comunidad y aborden el acceso equitativo. La asequibilidad de la vivienda se agravará en las grandes ciudades; el sector inmobiliario tendrá un papel clave para resolverlo.

Preguntas clave para inversores/usuarios

• ¿Cómo deberán reconfigurarse los espacios para dar cabida a la incorporación de la inteligencia artificial y la robótica a nuestra forma de trabajar y vivir?
• ¿Cómo se acomodarán las nuevas expectativas de trabajo-vida-juego?
• ¿Cómo puede el sector inmobiliario "devolver algo a la sociedad", como se espera cada vez más?
• ¿Cómo puede el entorno construido contribuir a la cohesión social?
• ¿Cómo afectarán al sector inmobiliario las nuevas políticas gubernamentales y los requisitos normativos destinados a resolver los problemas de asequibilidad, escasez de vivienda y desocupación de edificios? ¿Cuál podría ser el impacto para las estrategias ocupacionales y de inversión?

Imaginemos un mundo en el que las olas de calor, las inundaciones y las sequías seguirán poniendo en peligro las ciudades y los edificios con regularidad y en todas partes, no sólo en las regiones más susceptibles. En este nuevo panorama, la regulación del carbono y la revalorización del riesgo estarán cada vez más extendidas, junto con los cambios estratégicos hacia inversiones relacionadas, como estamos viendo hoy en Ámsterdam, Nueva York o Singapur.

La resistencia climática será clave. Minimizar el impacto medioambiental será el requisito por defecto para todos los edificios y clases de activos. Los sistemas de control de edificios basados en IA y los materiales inteligentes desempeñarán un papel cada vez más importante. Los edificios tendrán que diseñarse, construirse y configurarse para resistir mayores daños e interrupciones.

Preguntas clave ` inversores y usuarios

• ¿Qué podemos hacer hoy para reimaginar los edificios -y su diseño- de manera que sean más resistentes al cambio climático?
• ¿Cómo puede garantizarse la resistencia de las infraestructuras junto con la de los edificios?
  
• ¿Qué tipo de gobernanza y colaboración público-privada debe establecerse para reducir el riesgo climático?
• ¿Cómo pueden prepararse los usuarios e inversores para una normativa y unos requisitos mucho más estrictos para los edificios nuevos y existentes?

El cambio climático, la tecnología y los cambios demográficos seguirán influyendo en la estrategia de los inversores y usuarios inmobiliarios. Aunque el impacto de estas tendencias es predecible hasta cierto punto, los últimos acontecimientos nos han alertado de la necesidad de estar constantemente preparados para lo inesperado -en alcance y escala- y de ser resilientes ante cualquier eventualidad.

Trabajar en condiciones difíciles se ha convertido en algo tan habitual que VUCA (Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad) ha pasado a formar parte de las conversaciones sobre riesgos de las organizaciones. La volatilidad en el panorama financiero y político es cada vez mayor. La incertidumbre se ve alimentada por los constantes cambios en la normativa y la demanda del mercado. La complejidad crece por la creciente interdependencia de los sistemas, como las cadenas de suministro. La ambigüedad se deriva de los efectos potencialmente contradictorios de los acontecimientos.

Imaginemos un mundo en el que las nuevas presiones sociales y financieras se ejercerán sobre las empresas para lograr modelos más eficientes y sostenibles. El sector inmobiliario no tendrá más remedio que abordar estos retos en cada una de sus acciones. Los agentes inmobiliarios tendrán que desarrollar o remodelar edificios que consuman menos recursos. Tendrán que construir estrategias más resistentes, que incluirán una mejor gestión del riesgo a través de la planificación de escenarios y pruebas de estrés, así como modelos de negocio ágiles y diversificación.

Preguntas clave para inversores/usuarios

• ¿Cómo concebir edificios que consuman menos recursos?
• ¿Cómo desarrollar inmuebles más versátiles, que puedan adaptarse a diversas necesidades y utilizarse las 24 horas del día, los 7 días de la semana?
• ¿Cómo hacer un uso adecuado de los datos y la tecnología para aumentar la agilidad a través de la mejora de los conocimientos y la toma de decisiones?
• ¿Está nuestra cartera suficientemente diversificada en cuanto a geografías, sectores e industrias?
• ¿Disponemos de prácticas y procedimientos adecuados de gestión de riesgos?

En los próximos meses exploraremos estos imperativos y otros temas en una serie de artículos y podcasts. Empezaremos por profundizar en los imperativos del clima y la tecnología: véase El punto de inflexión climático y Prepárate para la 5ª Revolución Industrial. A continuación, examinaremos el impacto del futuro del trabajo en el sector inmobiliario y analizaremos el impacto de las tendencias macroeconómicas en la industria inmobiliaria.

Además de publicar artículos con regularidad, la Visión del Futuro de JLL proporcionará información a los clientes a través de conversaciones individuales y futuros talleres.